La rápida evolución en el comercio global y la política económica traen aparejado un mayor sentido de incertidumbre respecto de las perspectivas. El desafío que enfrentan los inversores institucionales es doble: reconsiderar los pronósticos para una nueva era económica y gestionar el riesgo (y las consecuencias no deseadas), a medida que la política comercial toma un rumbo distinto.

¿La fabricación alemana puede soportar una tormenta perfecta?

¿Qué riesgos y oportunidades surgirán a medida que se afiance la desindustrialización?

¿Cómo navegan los inversores en un mundo caótico? Para comenzar a entender este universo de paradojas y enigmas del mercado, los inversores deben hacerse una idea de los cambios radicales en la dinámica entre las economías más grandes del mundo.